La tercera dimensión, pronto en el salón

martes, 23 de junio de 2009

Cuando este verano repase la cartelera en busca de una película, descubrirá que muchas vienen con las letras 3D detrás del título. La tercera dimensión es el nuevo héroe de Hollywood, y no, no tiene nada que ver con las tres dimensiones que se ensayaron en la década de los 80 y los 90 o esas gafas de cartón con filtros rojos y azules. Esta vez, la apuesta va en serio.
El aumento de la piratería y la llegada de la alta definición ha puesto a la industria en un aprieto. Hay menos espectadores en las salas y más cámaras grabando a escondidas para distribuir en las redes P2P. La solución, cine en 3D. Imposible de grabar sin perder la magia de la profundidad y un atractivo para arrastrar a una nueva generación a las salas de cine. Unas gafas muy ligeras y transparentes, que se entregan a la entrada y se reciclan a la salida es lo que se necesita. Las entradas, generalmente, tienen un sobreprecio de entre dos y tres euros.
Siguiente parada, el PC. Las tres dimensiones están a punto de hacer acto de presencia en el mundo de la informática gracias a una cifra: 120 Hz. Es la frecuencia que necesitan los monitores LCD para poder mostrar a gran velocidad, y de forma intermitente, las imágenes ligeramente diferentes que tienen que llegar a cada ojo para conseguir la ilusión de profundidad, marcas como Philips, han fabricado pantallas en las que es posible ver contenido en 3D sin necesidad de usar gafas, siempre que el usuario se mantenga dentro de un ángulo de visión concreto.
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