Microsoft, el gigante que quiere ser cada día más Goliat, ha puesto a 1.000 ingenieros, programadores y desarrolladores para Windows Mobile 7.
La reacción de Microsoft es en respuesta al ataque fulminante que ha recibido de Apple con su iPhone y de RIM con su Blackberry. Así que o ponemos todo lo que tenemos en el fuego, o nos despedimos del mundo de los sistemas operativos móviles.