
Es un dolor que los intereses politicos partidistas pongan en solfa una infraestructura tan necesaria y enriquecedora para todas las comunidades del norte de España.
La oposición al proyecto se basa en el impacto medioambiental que supondría.
Es verdad que el impacto existiria como lo hizo en otros proyectos de Ave, lo razonable es minimizarlo, no oponerse, El Ave del cantabrico abre una via de comunicación vital para todas las autonomias afectadas, piensese en la ventaja de ir, por ejemplo, de Oviedo a Paris en pocas horas.