El mar, la sombrilla y también el ordenador portátil. La creciente movilidad de las nuevas tecnologías permite navegar por Internet en los lugares más insospechados, pero todo tiene un precio. Igual que es conveniente que algún vecino allegado eche un vistazo a la casa durante las vacaciones o recoja el correo para que no se acumule, resulta fundamental tomar precauciones en ese otro ‘hogar’ que algunos se llevarán a cuestas este verano, así como tener en cuenta el coste de conectarse a la Red allá donde vamos.
Según un estudio de la compañía informática Asus, el 56% de los españoles incorporan el ordenador portátil al equipaje de sus vacaciones y un 62% de ellos revelan que lo necesitan para navegar por la Red.
Según un estudio de la compañía informática Asus, el 56% de los españoles incorporan el ordenador portátil al equipaje de sus vacaciones y un 62% de ellos revelan que lo necesitan para navegar por la Red.
Conocer el precio de navegación:
Si el destino de las vacaciones está en el extranjero y el portátil va en el equipaje para poder conectarse a Internet, es recomendable dejarlo en casa. El precio de conexión desde el extranjero resulta “abusivo”, según Facua. Esta organización alerta de que, en ocasiones, las propias compañías recomiendan a sus usuarios la conexión con las tarifas planas contratadas en su país, y que no tienen vigencia fuera del territorio nacional. Ante esta situación, es mejor no navegar, o si se va a estar durante un periodo de tiempo prolongado, contratar una tarifa con una empresa local. Hay quien prefiere conectarse a través del teléfono. Con las nuevas normas europeas sobre telefonía móvil, las tarifas entre mayoristas es de un euro por megabyte descargado, frente a los 1,68 euros de media hasta ahora, por lo que es de esperar que se reduzca poco a poco el coste para los consumidores.
Verificaciones en los ordenadores compartidos:
Cuando se usa un PC de uso público es fundamental mantenerse alerta ante un comportamiento anómalo del equipo, lo que podría indicar que está infectado con un virus. Al menor signo sospechoso, como la aparición de ventanas emergentes, lo mejor es utilizar otro.
El equipo, siempre actualizado:
Por anodina que resulte, la ventana que emerge de la parte inferior de su ordenador informando de nuevas actualizaciones puede salvarle de un quebradero de cabeza. Los ‘ciberdelincuentes’ se sirven de agujeros de seguridad en los programas para realizar sus ataques, con el consiguiente riesgo para la información que guardamos en el disco duro. A veces es preciso acudir a la página web del fabricante de un programa para descargar las actualizaciones o instalar algún parche. Este es un ejercicio recomendable durante todo el año pero, sobre todo, antes de marcharse de vacaciones. El Centro de Alerta Temprana sobre Virus y Seguridad informática, promovido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, ofrece información actualizada sobre virus y el nivel de riesgo de que nuestro ordenador sea infectado.
Apagar el router:
Tan sencillo como apretar el botón de encendido del router para evitar que terceras personas puedan saltarse la seguridad de nuestro ordenador y utilizar nuestra propia conexión con fines dañinos. Según PandaLabs, “alguien podría conectarse a la red y descargar algún tipo de código malicioso que permanezca en la red e infecte el equipo cuando el usuario lo encienda de nuevo”.
Precaución con correos desconocidos:
Ya sea por sentido común o porque, según el viejo dicho, nadie da duros a pesetas, si ve un correo electrónico que le promete viajes de ensueño muy baratos, desconfíe. Una y otra vez las organizaciones de consumidores y empresas de seguridad informática alertan sobre correos de este tipo, que le piden que descargue un archivo infectado o proporcione datos confidenciales y que continúan siendo una amenaza vigente para la seguridad de los ordenadores.