El peligroso discurso de los ISP sobre terminar con la neutralidad de la red que hasta hace poco se escuchaba muy muy de vez en cuando ahora aparece en los medios con mucha más frecuencia. Algunos ejemplos recientes son las declaraciones de Alierta, el jefazo de Telefónica, comentando que quieren cobrarle a Google o la intención de la UE de abrir un debate sobre la neutralidad de la red completamente innecesario.
Pues bien, a la lista de todo este tipo de declaraciones producidas en los últimos tiempos tenemos que añadir las realizadas el día de ayer por Miguel Canalejo, el presidente de la asociación Redtel que agrupa a los principales operadores españoles. ¿Y qué ha dicho aquí el amigo? Pues ha vuelto a insistir en lo que otros, como decíamos, ya han apuntado con anterioridad: que los ISP tendrán que reconsiderar las tarifas planas, es decir que se quieren cepillar las tarifas planas de Internet.
Los razonamientos que dio para justificar tales medidas son ya bien conocidos así que me los voy a saltar y paso directamente a “el verdadero”. La única razón por la cual los ISP quieren eliminar las tarifas planas es muy simple, y también conocida: ganar más dinero. Esto es algo lógico, hablamos de empresas, el problema está en que tal medida supondría un duro golpe a la neutralidad de la red y a la sociedad de la información en general, por lo cual simple y llanamente no se les debería permitir desde los estamentos reguladores.
Una empresa puede hacer dinero casi de cualquier manera que le apetezca, pero casi, no de todas como hemos visto en innumerables ocasiones. En el caso que nos ocupa hacer desaparecer las tarifas planas de Internet se traduciría en más euros para los ISP pero también en un gigante paso hacia atrás en el desarrollo de la sociedad de la información, desarrollo que es vital en estos tiempos que corren como cualquiera con dos dedos de frente sabe.
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