
Cuatro indicadores relevantes resumen el nuevo escenario. Por un lado, el comercio al por menor cayó en junio un 2,8% en términos deflactados, prácticamente la mitad de lo que retrocedió durante el mes anterior; y, desde luego, muy lejos del -6,3% registrado durante el primer trimestre del año.
El otro indicador que refleja una cierta estabilización es el consumo aparente de cemento, que muestra en junio una caída del 20%, la mitad que en mayo, lo que en parte es achacable a las inversiones en obra pública derivadas del Plan E. La venta de automóviles, igualmente, muestra signos de cierta recuperación, pero como consecuencia, igualmente, de los planes de ayuda a la compra de automóviles. La matriculación de turismos está cayendo a un ritmo del 15,7%, la mitad que en mayo.
Otro indicador que recoge la desaceleración en el ritmo de caída del PIB tiene que ver con el consumo de energía eléctrica, que en junio retrocedió un 4,3%, frente al -6,1% registrado un año antes.
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