Con una estética impecable y un vídeo demostrativo que ha elevado las expectativas a niveles insospechados, Microsoft sacó pecho y mostró su secreto más preciado: Windows 8, el sistema operativo múltiple con el que pretende hacer frente a iOS de Apple y el emporio liderado con autoridad por el iPad. Pero la apuesta de los de Redmond va mucho más allá. Microsoft ha entendido que el arrollador éxito de tablets y smartphones está motivando que sus sistemas operativos ‘invadan’ un territorio hasta ahora ocupado por las versiones ‘grandes’ de las plataformas. En este sentido, los de Steve Ballmer han querido dejar claro que Windows 8 puede ser instalado tanto en dispositivos móviles, como también en ordenadores.