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La carrera por incluir la mayor cantidad de gigabytes en las tarjetas SSD más pequeñas ha comenzado, y es Intel quien desde hoy toma la delantera. Toshiba ya no es la única que puede jactarse de tener unas diminutas placas SSD con conector mSATA, porque la línea 310 de Intel ha llegado a dominar este espacio. Con funcionamiento de clase X25 (200MBps de lectura y 80MBps de escritura), estos componentes ofrecen 40 u 80GB de almacenamiento en unas dimensiones de tan sólo 51x30x5mm (8 veces más pequeñas que un disco duro de 2,5 pulgadas). Los fabricantes de ordenadores ya están recibiendo unidades, siendo Lenovo el primero en ofrecerlo en su línea de portátiles ThinkPad. Los precios, al comprarlas en cantidades de 1.000 o más, son de 99 ó 179 dólares, dependiendo del tamaño. Como puedes imaginarte, nosotros ya estamos ahorrando.
